La transición energética ha tomado relevancia en el mundo en los últimos años. Al hablar de la lucha contra el cambio climático es inevitable pensar en las energías limpias y, por ende, en cuál será el futuro del petróleo y el carbón.
En Colombia, la prioridad del Gobierno actual ha sido la transición energética. El tema de la transición energética empezó a tener mayor difusión en los medios debido a los anuncios relativos sobre la sustitución del uso de combustibles fósiles por energías renovables en la matriz energética nacional.
Para que las transformaciones tengan éxito, se requiere tiempo y espacio para que se consoliden. Aunque sería ideal utilizar fuentes de energía limpias de inmediato, se necesita un análisis exhaustivo del sistema energético. Es posible que parezca difícil de imaginar, pero el petróleo debería ser el impulsor de la transición energética. Creemos que la necesidad de terminar las nuevas exploraciones petroleras y aumentar los impuestos para el sector no hace más que disminuir el ritmo de la transición energética y aumentar la incertidumbre y la inestabilidad macroeconómica.
